Posteado por: eltendido | 24 abril 2009

El Niño de la Pitillera

Sergio Robles, "El Niño de la Pitillera". Foto: Carlos Rodríguez

La primera sensación al terminar de hojear la noticia fue de alivio. Luego, releyendo detenidamente, comprendí que me había precipitado. Conozco este tipo de festejos porque los he mamado desde muy pequeño y recuerdo a cantidad de chavales que, como Sergio Robles, se juegan el tipo sin oficio ni beneficio con un toro ante el que rehusarían ponerse hasta los toreros más experimentados. Algún día les dejaré por aquí alguna foto de uno de esos pavos de siete años, que sobrepasan los seiscientos kilos de peso y que, sobrados de poderío y mala leche, asustarían hasta al mismísimo Manolete.

No se crean -entonces- la media sonrisa de Sergio. No es de satisfacción por ser el héroe del día; es de miedo contenido. Les aseguro que esa fracción de segundo en que el de las patas negras te busca con saña en el suelo para meterte el pitón es interminable y te deja el cuerpo temblando literalmente, así como algún que otro residuo en los calzoncillos. Eso, por muy lelo que seas, lo entiendes porque el cuerpo no engaña.

Lo malo del asunto es que la criatura quiere volver a ponerse delante de un toro mañana sábado. A lo mejor se impone la cordura y la autoridad evita el dislate. Lo que es seguro es que no habrá pitillera que le salve de la cornada una segunda vez.


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